Con el gallo berreando nos levantamos algunos antes de la
cuenta y en marcha. Con 100 cafes en
vena, viento en popa a toda vela, no cruza San Cristobal sino vuela una Aniceta
cargada de mielda y gringos con la legaña pegá. El chofer Bolhas nos condujo
hasta nuestros respectivos lugares de trabajo.
En Lavapiés, parece ser que los niños decidieron acercarse a
ver que pasaba por el campa al igual que nuestros amigos del Santa Rita. La
mañana no tuvo comparación con el dia anterior. Todo comenzaba a estar
medianamente organizado y pudimos empezar a disrutar del calor sabrosón
dominicano. Parecía que acabábamos de salir de la ducha y, aún así, losh niño
del campamentosh seguían incansables jugando y corriendo por las pistas.
Mientras tanto en
Pueblo Nuevo, Génova nos presentaba al chaval que el año anterior le había
dicho a la super-dotada Lowa: hay pero que grandes se le ven!! Puedo tocar? Y
echamos grandes risas con el pequeño geniecillo. También conocimos ya un poco
mejor a nuestros majetes compañeros
Dominicanos: Tímido Armin, pequeña Margit, genial Lethicia, Xilófono Manuel y
la soprendente clon de la Massiel de
2012: Massiel de 2013…. Y otros.
Esta vez el tiempo nos acompañó y la lluvia se contuvo para
la tarde, lo que significaba que nos arriesgábamos a no encontrar al camión de
la arena en Sainagua, pero siempre tendríamos al sedaso para hacernos compañía.
La tarde se pintaba tal y como la habíamos previsto, con
grandes nubes negras que cumpliendo la frase celebre de Carlota y Maria: ‘Todo
eso de allí, será agua’, y agua calló pero apenas nos mojó. Hechas ya unas
maestras del arte del manejo de sedaso terminamos el montón de arena, ya solo quedaba
lo mas difícil, hacer mezcla y embadurnar pared, pero eso mejor para otro dia,
ya era hora de hacer una visita a nuestra casi segunda casa, la sirena. Donde
por conocer nos conocíamos hasta a los empleados.
Ya en casa, con la compra en mano y las camisetas peras en
nuestra disposición llegó el momento de clasificar, una ardua tarea que
terminamos a eso de las tres y media. (Ya les podrá tallar bien la camiseta a
los niños…).
Repasando y comparando listas para aclarar el reparto de
camisetas nos ha entrado una pequeña duda que esperamos estos días se
solucione: ¿acaso los niños se multiplican como las amebas? ¿Transduccion quizás?.
Y entre cacareos de gallos, ladridos de perros y demás
animales salvajes de Dominicana conseguimos conciliar el sueño, esperando no
soñar con mas wuayabasos.
Esa es mi niña colocando camisetas, aunque no sean de bershka, jajaj
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