HORA DEL LEVANTAMIENTO 6:30 HORA DE LA CELEBRACIÓN: 7
Después de un fin de semana mas o menos relajado que nos malacostumbró a
unas horas razonables de levantamientos, llegó la cruda realidad, lo que
conllevaba una hora y media para desayunar, ducharse, vestirse y salir con
Aniceta.
Primera parada: Campa de Lavapies. El panorama se presentaba
como un wayabaso en toda la cara, básicamente complicado. Para empezar el grupo
se había dividido, se aproximaban lash nube de tormentash peligrosamente y la
mitad de los monitores hicieron acto de NO presencia. Y os estaréis preguntando
¿Qué paso en el campamento? Pero la verdadera pregunta es ¿Qué no paso en el
campamento? Los noventa y tres niños apuntados, siguiendo la costumbre
dominicana de no salir cuando llueve, decidieron retrasar el comienzo del
campa, la magia dominicana de empezar la clase con 4 niños y acabarla con 26
nos wuayabaseo in da face y algunash niña nos dejaron alucinados demostrando
que se aprende antes a bailar que a leer, más aún muchos a leer no aprenden
pero a bailar… mas les vale!
Tras el intensísimo recreo entre música, bailes y
relámpagos, llegaron las pruebas iniciales, que no llegaban tarde sino cuando se
lo propusieron (Borja: se nos hizo bola vale!?). Me cag….. en las pruebas, nos
iban a suponer toda la noche en vela corrigiendo cual profesor de bachillerato,
eso si, alguna carcajada que otra hubo ( Pregunta: Traduce las siguientes palabras: ENSALADA. Respuesta:
de pollo) .
Segunda parada y destino de Aniceta: Campa de Pueblo Nuevo.
En este llegó la lluvia y también
TOOODOS los cooperantes, que chicos mas majetes, fue un primer día tranquilo,
sereno, Williams; ya que debido a la lluvia no pudimos salir al patio y hubo
que controlar a las fierecillas dentro de clase con juegos diversos que
acabaron con algún wayabaso que otro. El agua caía escaleras abajo como si no
hubiese mañana, los intentos de Itzi por achicarla fueron en vano, menos mal
que teníamos a super Génova para hacer en dos do minuto lo que Itzi intento en
unos “pocos” mas. Al fin aparecieron las pruebas iniciales de mano de Borja, y
gracias a la ayuda de Emely pudimos organizarlas y repartirlas para así
podernos deleitar corrigiendo por la noche.
Al llegar a casa la comida fue amenizada por el famoso padre
Manolo, conocido en toda República Dominicana, y sus batallitas sobre los
obstáculos que tuvo que superar para llegar corriendo, cómo no, desde la casa curial
hasta el CESA. Lleva dos días y ya le conoce todo San Cristobal.
La extraña relación entre dominicanos y la lluvia no nos
impidió aparecer misteriosamente puntuales en Sainaguá para comenzar nuestro
segundo reto del dia: EL SEDASO. Embadurnadas en OFF y crema solar nos
dispusimos a ello. Gracias a las clases
magistrales de Manolo alias ‘Dejate llevar’ y su incansable ritmo, conseguimos
‘sedasar????’ mas de la mitad de la arena y esperar a un camión de cemento que
nunca llegaría.
Con el cuerpo molido: ¿A casa ya? ¡NO!, fuimos al Polo Sur a
comprar las bolsas (aquí se dice fundas) industriales de pan de molde para los
campas y los ingredientes para las comidas y las cenas próximas bajo la atenta
mirada de todos losh sireno del lugar al ser las únicas ¡GRINGA!.
Al llegar por fin al preciado hogar, una sorpresa nos
aguardaba, a parte claro está de las ya mencionadas pruebas iniciales.
Los
paquetes de libros que la editorial ANAYA y gracias al milagro de Milagros (Tres
hurras por Milagros, hip hip: HURRAA! HIpHIP ….) nos ha donado para el trabajo del campamento habían llegado. Con Manolo de
nuevo en acción, ordenamos cada cuadernillo e hicimos un inventario que
tardamos años luz en terminar.
Después nos pusimos en marcha con las tareas de la casa. Lo
primero fue preparar la cadena de montaje de sándwiches y empezar a hacer la
cena. Como todos los días, una cena “abúndate” y con risas nos llevó directos a
la cama y sin mas dilación, UN GRAN WUAYABASÓN.
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