martes, 23 de julio de 2013

¿EQUIPOOOOOOO?


Sabe Dios a qué hora os habéis ido a dormir y en qué condiciones de ánimo. Ahora estáis desparramadas en los colchones y salvo los ronquiditos y algún que otro balbuceo parecéis seres vivos normales.

Hace escasos días acabábamos de llegar con las maletas caladas y esto iba a ser una experiencia y … ¿ya lo ha sido? El guerrero de la luz estaría de acuerdo conmigo si dijera: ¡Menudo wayabaso! 

Aunque parezca mentira muy lejos y muy atrás (tanto como queráis) quedan ya muchas cosas: los fondos de Windows que hemos descubierto juntos, la “M” con la “A”: “Ru”, el empañete, la pintura, Gabriel y sus hermanitos, las cenas explosivas, las zanjas, los descerebramientos en la furgo cuando se viaja (o sea siempre), las carreras por ser puntuales, las misas bañados en sudor sabrosón, Manolo “on Fire” en la obra, los paseos por la sirena hasta las orejas de cemento, niños diciendo "hay diooooo Profe, cuando tu te va?", los despertares de gallos y bocinas, ese despertar cuando te toca hacer desayuno, acostarse con la brisa y las palmeras de fondo, las conversaciones de furgo, tirar cemento a la pared para completar un hueco y ver como irremisiblemente se desliza y al suelo, la lucha fraticida por no dormirse en la mesa, el reparto de comida si sobra, el momentazo en el que Gabriel vibró con la música, la acalorada cocina a la 1 de la tarde, el buen rollo de piesito, el helado BON, los tremendos amigos que habéis conseguido a base de cariño y sonrisas, las patadas al cordi (seguro que intencionadas) en el chill-out, la visititita de Chantal, las tardes de bachata y dembow, flotar en el tranquilo Caribe,  … creo que esta lista se haría tan interminable como la de películas de cine que propusimos a María (no la pierdas serda).

Cada una ha aprovechado esta oportunidad a su manera. Algunas incluso lo han hecho compartiendo con el lejano Chile o Madrid (desde Dominicana no se cuál esta más lejano) En todo caso, ojalá tengáis la sensación de haber sido lo suficientemente leales con vuestros ideales como para haber sido dignos del privilegio de haber venido. Dignos del esfuerzo que otras personas han hecho y siguen haciendo para que vuestras vidas sean estas, ni mejores ni peores, estas. Un “estas” que como habéis podido comprobar es tan diferente a otras que uno piensa como de injusto llega a ser el reparto.
Creo que siempre hay una primera vez para venir, pero ¿Estamos dispuestos a venir por primera vez “por segunda vez”, o por primera vez “por tercera vez”?  Yo, ganas locas por mi primera “enésima vez” y se que julio está ahí mismito.

Familias, menudas hijas (hermanas, sobrinas, primas...) son unas "sabias y de las goldas". Dejarles respirar un poco y descansar y poco a poco os irán poniendo al día de la experiencia, pero intentar darle sentido a tantas cosas lleva su tiempo.

El que no quiera entenderlo… que le den un wayabaso, o mejor, que NO  le den un wayabaso.

1 comentario:

  1. Agradeceros la esta maravillosa oportunidad que las habéis brindado y estoy más que segura que las ha enriquecido y se traen un recuerdo para toda la vida.
    Por lo menos mi sobrina está como loca de contenta y a la vez un poco triste de haber dejado todo aquello, gracias.

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