jueves, 11 de julio de 2013

DÍA 11: DOMINGO y nos fuimos a SANTO Idem

La misita la dio en P. Manolo, y aunque la homilía estuvo bien, fue de cabeceos. En las ofrendas soltó una paloma (pareció ensallado a tope) y para terminar un espectáculo de ofrecer un niño en el altar que dejó al rey León como un mindundi. (Es el ciclo sin fiiiiiin que lo envuelve tooooodo….) Uy si  este niño no vuela. Pobre mini-micrófono.
Viaje directo a Santo Domingo, nos sin antes recoger a lo más dulce de San Cristobal: Betty. El asucar glass del merengue!
Primera parada: el zoo de los chimpamcés (así lo ponía al menos). Para comenzar, un trenecito (a todo esto construido en Alacant) nos dio un pequeño pirulo por el parque. El paseo lo amenizaba una guía a lo “Matías Prats dominicano”. Primero las aves rattites como avestruces y casuarios se disputaron frente a nosotros el título de ave corredora más veloz  y al final ganó un niño dominicano que terminó tropezando y rodando cual bolica por el suelo. 


Luego las Marías, Blanca e Itzi se animaron a coger una pitón albina de 30 kilitos. Continuamos yéndonos de marcha marcha con el rey Julian, Moritz, y Mort, para acabar visitando a los hippos que se estaban dando besitos (en la yugular) vamos que se habían pedido tubo. 
Tras el intento frustrado de Mónica de montar en poni y de Novita de ver la granja infantil, nos fuimos a comer Mofongo, mirando al mar. Qué prefieres, cada uno en un restaurante diferente disfrutando de unas vistas bucólicas mirando al mar,o todsh junto en esta esquina. Evidente, ¡junto mi amol!

Segundo “all in”, todo al Sancocho (todo junto o ¿Cocho era un Santo?) De postre fuimos  a la zona colonial y entramos en la Fortaleza Ozama donde Piesito se convirtió en el guía ofial, tanto que una parejita dominicana se acopló al grupo para escucharle y hasta nos hicimos amigos  y nos hicimos las FOSTO.
Visitando la fortaleza por dentro Itzi se dio cuenta que en cierta habitación les mataban de frio. Mazo frío. No cabe duda que es una muerte cruel y lenta para el trópico.
Con la catedral ocupada con la misa, fuimos a tomar un helado al Bon, o bien un café o bien un agua o las tres cosas (¿ehhh Sarr?) y luego a la Plaza de la Independencia dónde recibimos una pequeña clase de la relación Dominicana-Haiti  justo en el km 0 de Sto. Domingo. 
A continuación tiramos la moneda en el foso del altar de la patria (Betty hasta los 56 nada nena), de donde fuimos haciendo marcha hasta la catedral y sin haber aprendido la lección de las cuevas, volvimos a quedarnos fuera.
Para terminar al Panteón donde un hombre nos dio un tour by the face y no pudimos mas que huir de el en lugar de pagarle.  En la huida nos encontramos al Vlady y a la Génova que estban celebrando la quinceañera de una prima. Aquí (en casi toda latino amércia) cumplir los 15 lo celebran como si no hubiera ha haber mañana… tremendo.
Cerramos la Sirena pero lo del gas no se había solucionado, así que cenamos fruta y cereales. (cloro-manzana, piedra-pera) nunca es tarde para aprender a pelar la manzana, pero siempre puedes disfrutar con un rico plátano…

Y entre risas y más risas, Borja hizo la del Sabio y reventó una silla y a punto estuvo de morir del Wayabaso.

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