A las 5 de la mañana ha vuelto a
sonar nuestro amigo el gallo y sus
amigas las ranas. Junto nuestros amigos
los animales también sonaban unos “celestiales” cantos de la capilla al lado de
casa.
Por la mañana hemos ido a la misa
,ohhhh coldeeeloooo coldeloooo del Dio…
Después de asistir a esta gran reunión
en la que nos han presentado a la comunidad; nos esperaba la sirena
sireeeenooos (by Álvaro).
Por cortesía de
nuestras cocineras hemos disfrutado de un rico picnic en la capital, en el Jardín
Botanico. (Valla tongada la de la entrada) Mientras comíamos hemos podido
observar el amor de Maité por los animales y cómo se comunica con las palomas
como si fueran perros…¿pero quién es Beni?, se pregunta sin dejar de pensar en su Capitán.
Hemos pasado la tarde con
nuestros caballos Raúl y Novoa mientras los demás nos dedicábamos a zampar
donuts.
Un paseo por la primera ciudad de
América y conocer todas las palmeras posibles, hemos llegado a la conclusión de
que “cuanto más arriba mejor, mamiiii”, pues todo en este país es endémico o si
no da chinkungunya.
CHINKUUUN TSSSCHH
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